Una vez más, un paseo, a la caída de la tarde por el Campo del Sur, terminó para mí; con la misma sensación de tristeza e impotencia que otras veces. Mi pasión por los gatos, desconocidos desafortunadamente para algunas personas, me hizo prometerme a mí misma no volver a pasear por allí para no tener que ver verles dirigir su mirada hacia arriba del muro. A ver si hay suerte y alguno de los viandantes se ocupa de ellos de alguna forma.
06.09.08 - No puedo concebir que en los tiempos que corren, donde tanto se aboga por el medio ambiente, se consienta que estén en ese estado de abandono estos animalitos, que son, nada más y nada menos, que nuestros pequeños compañeros de viaje en éste, cada vez menos, planeta azul.
¿Cómo se puede permanecer impasible ante esos gatitos, que malviven entre la inmundicia más pestilente y alarmante?
MªJosé Felina preparandole la comida a esta colonia y ellos esperando pacientemente.
Manolo, recientemente accidentado al caer por los bloques intentando coger a un pequeñín para lavarle los ojos, pero aún así acude cada mañana a su cita con Paco para realizar la ruta felina de todo el Campo del Sur. Paco cada día echa más lágrimas por ellos. La semana pasada tuvo que tirar al agua a 5 crias muertas.
Pepe y Diego distribuyendo la comida que cada día llevan a varias colonias. La semana pasada tuvo que venir una ambulancia a por él porque también se cayó por los bloques y se lastimó una pierna. Ahora está de baja animalera.
Y sólo estamos en verano. Mejor ni imaginar los inviernos que tienen que pasar en ese infierno. Peluches que se mueren por un cojín, una mantita y, si me apuran, incluso un calefactor, ya que son animales muy frioleros; pequeños amigos que les gusta dormitar a nuestro lado y compartir nuestras vidas, haciéndonos tener la certeza, cuando les contemplamos, de que Dios existe, porque sólo él ha podido crear algo tan bello.
Por favor, ruego desde este medio que se me brinda para expresarme, a cualquier persona, entidad u organización que tenga alguna competencia en este asunto asuma su responsabilidad y ponga manos a la obra para limpiar toda esa zona de la podredumbre que rodea a los gatos y mejorar las condiciones de vida de éstos, abandonados a su suerte, con el mar por suelo y por techo sólo el cielo.
Isabel Jiménez Manzorro.http://www.lavozdigital.es/cadiz/20080906/opinion/gatos-campo-20080906.html