ALHAMBRA FELINA

El pasado puente estuvimos de visita en una de las ciudades más bonitas del mundo: Granada...ciudad felina, pues causa en aquellos que la visitan el mismo efecto adictivo que en todos nosotros ha tenido el acariciar un gato...

Visitarla es desear vivir en ella con su invernal nieve, sus acogedoras montañas, su juventud multicultural, todo embriagado de un arabismo andaluz que te embruja desde que pones los pies en su moruna tierra pero además de todo eso Granada, tiene algo más y ese algo lo hemos encontrado como no en uno de sus tesoros arquitectónicos: La Alhambra.

Este conjunto monumental se quedó hace poco, sin entrar a formar parte de las nuevas Diez maravillas del Mundo y si se quédó fuera de esta subjetiva lista fue por un olvido de los impulsores de esta idea ya que obviaron que la Alhambra a parte de ser el regalo de amor árabe a esta ciudad y el testimonio eterno del paso musulmán por Andalucia es tambien la acogedora e ideal vivienda de numerosos y acomodados gatos...¡ellos si que son una de las Diez maravillas del Mundo!

Hace unos cinco años un equipo internacional de veterinarios, esterilizó a los gatos alhambreños, en el 2000 esta organización británica llamada "Cuenta Kismet", esterilizó a 150 gatos

La Sociedad protectora de Animales de Granada, ha tenido que defenderlos contra el empeño municipal de borrar vidas felinas tratándolos como si fueran basura y estorbos cuando son el mejor y más atractivo plagicida que existe, pero claro, eso sólo pueden tenerlo en cuenta gobernantes y comerciantes tan cultos como los fenicios que los llevaban siempre con ellos fundando junto con sus colonias humanas, históricas colonias felinas como la de Cádiz.

Para su asesinato se aluden las mismas absurdas barbaridades de siempre:limpieza, turismo...¡cuando se van a enterar que la limpieza la inventaron los excéntricos mininos! y en cuanto al turismo, la Cruzada contra los habitantes alhambreños, seguro la iniciaron los guias celosos de que los turistas desvien sus flashes a una descarada gata bebiendo agua en la misma fuente donde antaño lo hizo Boabdil el Chico...



Ya lo dijo Antonio Burgos :"Este gato romano entre los capiteles nazaríes está explicando el monumento mejor que los guías. Desde su libertad el gato de la Alhambra dice que antes que Al Andalus y que el reino nazarí esto fue Roma"

...¿Y que me decís de una multiracial morisca rondando a los turistas con su arrogante súplica de alimento? es un testimonio vivo de aquellos españoles musulmanes que seguro acudieron a su obligado bautizo con la misma triste elegancia que esta gata al mendigar comida.

Tenemos que decir que los gatos estaban bastante confiados y tranquilos robando a los turistas todo el sol que podian y mirándonos con desprecio, les faltó preguntarnos: Perdone ¿cuando termina su visita?

Cuando nos acercamos al intruso Palacio de Carlos V, nos encontramos con dos canes abandonados a su suerte, en ese preciso momento, todo dejó de parecernos un lugar tan idílico, se trataba de un perro simpático y confiado que incluso se tumbó a dormir a nuestro lado y una perrita que en todo momento mantuvo el rabito entre las patas como síntoma del horror que le provocaba acercarse a los humanos, lo cual se vió obligado a hacer motivada por el hambre que tenía, nuestros bocadillos fueron enseguida para
ellos.


Preguntamos a un guardia de seguridad y nos dijo que aunque no era lo más habitual a veces aparecen perros abandonados por allí pero que ellos no quieren llamar a la perrera porque les da pena (¡Bien por este simpático granadino que nos dijo que él tenia perros y gatos en casa!)...

Los perritos de la Alhambra se quedaron allí, por eso os aconsejamos que si visitais en el futuro este privilegiado hogar de felinos, lleveis en el bolso un poco de pienso por si os encontrais con esta pareja vagabunda y si incluso os decidís por adoptarlos mucho mejor.

Se dice que el destino eligió cruelmente a Boabdil, el último rey moro, para entregar a los cristianos el paraiso de las fuentes, de las flores, de los patios y los ruiseñores...seguramente Boabdil, tuvo que abandonar en este palacio junto con su orgullo y amor a Granada algún gato que sin duda, lo acompañó en sus paseos por los jardines del Generalife y seguramente era por eso por lo que lloraba , cuando su madre le recriminó que no llorara como mujer lo que no supo defender como hombre (alomejor si su defensa se la hubieran dejado a una mujer no la habrian perdido todo hay que decirlo)

Boabdil, tuvo que marcharse de la Alhambra, pero su gato se negó rotundamente a marcharse, ellos son así,al igual que el gato de Felipe González ,se negó a dejar la Moncloa allí se quedó el tio imponiendo sus gustos y horarios a la familia Aznar.

Si paseas por la Alhambra puede que te encuentres con uno de los descendientes de este gato moruno, así que ya sabes si ves que se te acercan no te piden comida, te la exigen ya que encima de gato es de la realeza, ...esperamos que este Ayuntamiento no lo expulse del paraiso como en el pasado hicieron con su dueño.